Vacaciones una semana y todos los días ocupados con montones de planes.
El martes está un poco colgado no sabes que puedes hacer que valga la pena. Entonces tu abuela te llama para que le cortes el pelo, que pereza.
Vacaciones = Periodo por lo general corto en el que no debes ejercer tu profesión con el fin de descansar.
Pero vas, porque te sabe mal. Estás allí cortándole el pelo y las dos chillándole a la pantalla de la televisión las respuestas de la ruleta rusa, mientras tu abuelo no hace otra cosa que gastar bromas y meterse con ella para hacerla rabiar:
El martes está un poco colgado no sabes que puedes hacer que valga la pena. Entonces tu abuela te llama para que le cortes el pelo, que pereza.
Vacaciones = Periodo por lo general corto en el que no debes ejercer tu profesión con el fin de descansar.
Pero vas, porque te sabe mal. Estás allí cortándole el pelo y las dos chillándole a la pantalla de la televisión las respuestas de la ruleta rusa, mientras tu abuelo no hace otra cosa que gastar bromas y meterse con ella para hacerla rabiar:
“Que guapa estás cuando te enfadas coñe!”
Entonces te das cuenta de que era esto lo que tenías que hacer en la mañana libre, porque ellos están más contentos de lo normal solo con que vayas a verlos y no se cansan de repetírtelo constantemente.
Porque tu abuela esta ilusionada de saber que irás a comer el viernes y quiere saber exactamente que es lo que te apetece.
“-¿Pero la paella la quieres con pollo o con conejo?
-El conejo no me gusta yaya, pero me da igual.
-No no, entonces con pollo solamente cariño mío.”
Y tu abuelo aprovechando antes de que te vayas te pregunta si quieres rosas para que te quedes un ratito más, tú te ríes, le miras y le ves tan ilusionado que te quedarías una semana entera haciendo palomitas con él.
Cuando te ves en la cocina a su izquierda te acuerdas de que hace mas de 10 años que no te ponías ahí con él, de que ya no te hace falta el taburete para subirte encima y poder ver y de que él te sigue explicando el proceso paso a paso como siempre aunque tú te lo sepas.
“-Primero el fuego un poco fuerte, le echamos aceite, bueno yo me he pasado un poco pero con menos ya te sirve. Le echas los granos de maíz y que se empapen todos bien no dejes de menearlos, hasta que uno peta y entonces tienes que tener la tapa al lado porque en cuanto peta uno empiezan todos y saltan por los aires. ¿Lo ves? Ahora ponemos la tapa y no dejas de mover la sartén.
-¿Porque si paras se queman no, yayo?
-Claro si tú la dejas quieta se te quemarían todos. Ala, cuando ya no suena la puedes sacar y mira que doraditos todos que bueno.”
Porque tu abuela esta ilusionada de saber que irás a comer el viernes y quiere saber exactamente que es lo que te apetece.
“-¿Pero la paella la quieres con pollo o con conejo?
-El conejo no me gusta yaya, pero me da igual.
-No no, entonces con pollo solamente cariño mío.”
Y tu abuelo aprovechando antes de que te vayas te pregunta si quieres rosas para que te quedes un ratito más, tú te ríes, le miras y le ves tan ilusionado que te quedarías una semana entera haciendo palomitas con él.
Cuando te ves en la cocina a su izquierda te acuerdas de que hace mas de 10 años que no te ponías ahí con él, de que ya no te hace falta el taburete para subirte encima y poder ver y de que él te sigue explicando el proceso paso a paso como siempre aunque tú te lo sepas.
“-Primero el fuego un poco fuerte, le echamos aceite, bueno yo me he pasado un poco pero con menos ya te sirve. Le echas los granos de maíz y que se empapen todos bien no dejes de menearlos, hasta que uno peta y entonces tienes que tener la tapa al lado porque en cuanto peta uno empiezan todos y saltan por los aires. ¿Lo ves? Ahora ponemos la tapa y no dejas de mover la sartén.
-¿Porque si paras se queman no, yayo?
-Claro si tú la dejas quieta se te quemarían todos. Ala, cuando ya no suena la puedes sacar y mira que doraditos todos que bueno.”
Acabas en casa con un cuenco lleno de palomitas y un trocito de corazón más lleno todavía.
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