jueves, 8 de marzo de 2012

Naturaleza...

Aire que me peinas, ¿Por qué siempre voy tan despeinado?
Y me consuelas y me susurras que estás a mi lado.
Tierra que desentierras la pipa de la paz embriagando

mi loca cabeza de risas y de brisas.
Cuando tú no estás mi reloj de arena se para y se muere.
¿Por qué hierve y se congela?
¿Por qué se vacía y se llena?
Porque esta tarde todo me arde con el fuego

que me quema el alma si te estoy mirando,
échale leña a la hoguera porque las brasas me lo están suplicando.
Agua que me llena el vaso de mi corazón, si sube la marea

yo me pongo muy cabezón.
Porque si te vas mi cama se vuelve un agujero negro,
se me clavan los puñales, se me acaban los finales.

Porque por más que lo intento yo no me acuerdo.

Si me preguntas de donde vengo, yo no lo sé,
últimamente vivo en el infierno en un piso de alquiler.
Lo que me pasa es que yo estoy cambiando

y creo que no es para bien.
Pero te digo yo que pase lo que pase,

yo te siento siempre, siempre, siempre

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